Los masajes son la manipulación de la capa superficial de la piel y los músculos. Es una técnica que beneficia tanto física como mentalmente. Por lo que a las mujeres embarazadas como a las mamás, un buen masaje con aceites naturales resulta terapéutico.
Una mujer embarazada suele sufrir de dolor en la lumbar, dolor ciático y dolor pélvico. Los masajes regulares contribuyen a la relajación de los músculos, el alivio del dolor y estimulan el sistema inmunológico. Por ello, se aconseja proporcionar masajes suaves durante y después del embarazo.
Tipos de masaje durante el embarazo
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Masaje terapéutico: para aliviar dolores frecuentes durante el embarazo, como el dolor lumbar.
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Masaje relajante: para disminuir el estrés y/o la ansiedad y relajar el cuerpo y la mente.
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Drenaje linfático: es un masaje fisioterapéutico indicado para las mujeres embarazadas que retienen líquidos. Se recomienda en las últimas fases del embarazo para tratar los síntomas de hinchazón.
7 beneficios de los masajes durante el embarazo
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Meditación: ayudan a las futuras madres a prepararse mental y físicamente para el momento del parto.
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Reducción del estrés: disminuyen la posibilidad de un parto prematuro. Además de ayudar a dormir para descansar mejor.
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Regulación intestinal: ayudan a mejorar el proceso de la digestión y a combatir el estreñimiento (síntomas común durante el embarazo).
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Aliviar dolores: como los calambres de las piernas, cuello y nuca, hombros, lumbares, glúteos, articulaciones...
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Elasticidad de la piel: para prevenir la aparición de estrías.
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Postura y energía: ayuda a mejorar la postura para evitar molestias o tensiones físicas e incrementa los niveles de energía.
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Hidratación: los aceites para mujeres embarazadas ayudan a hidratar la piel que frecuentemente se seca durante el embarazo.
7 beneficios de los masajes después del embarazo
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Reducción del estrés: al relajarse los músculos con los masajes, se reduce el nivel de cortisol (hormona del estrés). Dependiendo del agrado de la mujer, los masajes pueden ser más suaves o más profundos. Cualquiera de estos será relajante y reducirá el estrés.
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Depresión postparto: alrededor de dos tercios de las nuevas madres experimentan depresión posparto temporales relacionados con cambios hormonales. Los masajes pueden ayudar durante esta transición.
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Alivio del dolor: el cuidado de los bebés puede intensificar dolores en brazos, hombros y espalda. El masaje con aceites naturales ayudará a aliviar el dolor sin el uso de medicamentos. A menos que sea crónico y es recomendado acudir al doctor de cabecera.
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Regulación hormonal: los niveles de estrógeno y progesterona son muy altos durante el embarazo y disminuyen en gran cantidad después del parto. Por otro lado, los niveles de prolactina y oxitocina se elevan para facilitar la lactancia materna. Los masajes están asociados con la producción de hormonas como la dopamina y la serotonina (para la depresión) o la norepinefrina (para los problemas cardiovasculares).
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Disminución de inflamación: la estimulación del tejido ayuda al cuerpo a cambiar los líquidos a donde pertenecen. Por lo que, la inflamación va disminuyendo.
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Dormir mejor: ser madre es agotador, sobre todo durante las primeras semanas postparto. Los masajes con aceites ayudan a aliviar la fatiga, promover la relajación y ayudar con el sueño. Lo cual es muy importante porque dormir lo suficiente es clave para la recuperación después del parto.
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Mejora de la lactancia materna: cuando el cuerpo se relaja, los músculos del pecho se abren, aumenta la circulación y aumenta la producción de leche.